Mínimo 2 personas. Salidas diarias del 1 de julio al 30 de noviembre.
(140 km). Vuelo regular con destino París. Recogida del coche de alquiler y salida en dirección Rouen. Llegada y posible tiempo libre en función de su horario de llegada. Alojamiento.
(170 km). Desayuno. Dedique la mañana a conocer la capital normanda. Conocida por la catedral de Nôtre Dame que inspiró a Monet su serie de Catedrales, Rouen fue el teatro del martirio de Juana de Arco quemada en la hoguera en 1431, en la plaza del Vieux Marché. Situada en un precioso entorno, la iglesia Saint-Maclou merece también una visita. Salida hacia la bellísima Honfleur, decorada por sus pintorescos callejones de colores abocados al mar. A continuación, salida hacia Deauville, una de las playas preferidas por los parisinos por su ambiente bohemio y elegante. Llegada a Caen. Alojamiento.
(100 km). Desayuno. Salida hacia Bayeux, donde podrá visitar la catedral y el gran tapiz bordado del siglo XI de la reina Matilde. Continúe hacia Arromanches, donde se instaló el puerto artificial para el desembarco de las tropas aliadas. Visite también el cementerio americano desde el que verá la vecina Omaha Beach. Regreso a Caen. Alojamiento.
(185 km). Desayuno. Dedique la mañana a conocer Caen antes de seguir su marcha. Caen fue la ciudad preferida de Guillermo el Conquistador, quien fundó dos abadías, la de los Hombres y la de las Damas. Muy afectada por la Segunda Guerra Mundial, Caen conserva unos pocos monumentos antiguos entre un urbanismo urbano. Salida hacia al famoso Mont Saint Michel. Acceda por la pasarela peatonal al monasterio recorriendo las serpenteantes callejuelas medievales, llenas de tiendecitas y restaurantes. La abadía fue fundada en el S. VIII. Alojamiento.
(240 km). Desayuno. Dírijase a Paimpol, desde podrá ver el Cap Fréhel en la distancia, que posee algunos de los acantilados más altos de la zona. Salid ahacia Guimgamp, uno de los secretos mejor guardados de Bretaña. Su centro histórico incluye la abadía de Santa Cruz y la basílica de Nôtre Dame de Bon Secours, dos ejemplos magníficos del gótico bretón. Continuación a St-Pol-de-Léon. Alojamiento.
(110 km). Desayuno. Salida a Morlaix, donde destaca el gran viaducto que salva el estuario que se abre al mar. Su entramado de casas es único en el mundo, gracias a los voladizos de madera, llamados pondalez, como los de las calles que circundan la plaza Allende. Continuación a Pleyben, una preciosa localizada de piedra azulada en el que destaca el conjunto de parroquia y calvario del siglo XV. Dírijase a Locronan, otro pueblo de piedra azulada y uno de los más hermosos del país galo. Fundado por los celtas en el siglo XI fue el lugar de cristianización de San Roman. Salida a Quimper. Llegada y alojamiento.
(230 km). Desayuno. Descubra el símbolo de la ciudad de Quimper, la catedral de St. Corentin, cuya construcción necesitó tres siglos y hoy día es una de las mejores representaciones del estilo gótico. Continúe a Concarneau, en el sur de Bretaña, uno de los puertos luminosos que cautivaron a los pintores impresionistas del siglo XIX. Una para idónea para almorzar y tomar un baño. Salida hacia Josselin, un maravilloso pueblo de cuento de hadas con un gran castillo, donde podrá conocer la historia del caballero Rohan. La plaza de Nôtre Dame y la basílica de Roncier concentran la vida urbana. Continuación a Rennes. Descubra la plaza de Lices, formada por una alineación de grandes palacetes construidos en el siglo XVII, de piedra o entramadas de madera. La capilla gótica de St Yves es de los pocos monumentos que sobrevivieron al gran incendio del siglo XVIII, el cual dio pie a una arquitectura grandiosa de hierro y vidrio, como muestra la Ópera y el Ayuntamiento. Alojamiento.
Desayuno. Tiempo libre hasta su salida al aeropuerto de Rennes. Devolución del coche de alquiler y vuelo de regreso a España.